Eso no es todo. Hace unos dias el amigo me sorprendio con su nueva adquisicion. Ya lo ha hecho en otras ocasiones (un saco de boxeo, una nueva chimenea de las de pega, unos cuadros tacky tacky...), pero esta es digna de un aparte. Se trata de un pez que canta exitos tales como "Don't worry, be happy" y "Take me to the river, drop me in the water". Puedo disfrutar de semejantes megahits cada vez que entro o salgo de casa, porque una celula fotoelectrica me detecta y hace que el bicho haga su performance. Es una especie de trucha que coletea y mueve la boca. Su aspecto se acerca bastante a la realidad. Por fin se le han gastado las pilas.
Nuestra chati, Difina, volvio a la carga. Aparte de mi barra de cacao madeinSpain (con la que debio combatir el sol salvaje de Gran Canaria hace unas pocas semanas,... bless her), he podido comprobar que a estos ingleses tambien les va el aceite de oliva. A ella le mola cantidad. Ultimamente me divierto mucho tratando de encontrar evidencias que me confirmen que Difina sigue siendo mi fridge picker favorita.Lastima que Colin, mi housemate de los ultimos dos meses, se haya mudado a otra casa. Nos lo pasabamos muy bien con estas y otras aventuras. Le vere un dia de estos en las carreras de galgos. Trabaja en el Oxford Stadium, preparando las pistas para que corran los perros. No ha podido disfrutar de mis mejores tortillas de patata. Es alergico a la cebolla.
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