sábado, 9 de mayo de 2009

Sorpresa y haba

El pasado día de Reyes, como siempre, tuvimos nuestro roscón. Uff, qué lejos quedan ya tanto Reyes como el roscón. En realidad fueron dos roscones. Ambos contenían su sorpresa, este año de Disney, y haba. Era la primera vez que los que traíamos a casa tenían haba y nos hizo mucha ilusión.

-Qué chulas las habas.
-Fíjate, parecen de verdad. Hasta son diferentes entre si. Mira que como sean de verdad...
-No puede ser. Serán de plástico, como Mickey y Minnie. Anda, límpiales la nata.
-Espera. Tengo que encontrar la junta del plástico por algún lado.
-¿En el borde quizás?
-Oye, nada, que no hay ni junta, ni rebaba, ni nada. Te digo yo que son de verdad.
-Pues nadie lo diría. Parecen como barnizadas.
-¿Sabes qué? Que las voy a plantar.
-Eso no puede germinar. Las habrán cocido con el roscón.
-No, hombre. Iban dentro de la nata y la ponen cuando lo abren, ya cocido.
-Bueno bueno, tú verás.

El mes pasado germinaron y hoy mismo las he visto amarradas a unas varas con algunas de sus flores ya cuajadas. Una de ellas exhibe una vaina de la que saldrán unas cuatro habas y las demás aún son pequeñas. Crecerán, seguro.

De éstas podrán salir más y acabaremos convirtiendo el patio en una plantación. Yo lo flipo.

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