miércoles, 26 de noviembre de 2008

Buscando

Buscar piso tiene algo de proyección sobre el futuro. Cuando visitamos esos trozos de suelo suspendidos en el aire nuestra mente tiende a salir volando y se precipita desde esas plataformas de ladrillos con puertas y ventanas.

Contenedores de aire y de cosas entre las que querremos estar. Nuestra vida en un futuro próximo podría desarrollarse en ellos y paseamos a través de sus estancias para vernos haciendo todo lo que haríamos el día de mañana. Atraemos las imágenes de lo que podría ser, de cómo todo eso podría llegar a ser. Hay una memoria espontánea que actúa desde lo más secreto de la conciencia, que comienza a obrar trayendo al presente todo tipo de situaciones no vividas, sensaciones no sentidas, acciones no hechas. Ni tan siquiera olvidadas aun.

Nuestra imaginación reconstruye lo que está por llegar, como si en algún lugar del deseo esos acontecimientos ya hubieran tenido lugar. Los positivos.

Los negativos nos asaltan cuando nos disgusta algo de esos espacios en los que viviremos tal vez. "Olvida los muebles, la pintura, los pavimentos... eso siempre se puede cambiar. Céntrate en los espacios nada más." Y uno intenta situar ahí la escena feliz, ésa por la que siente predilección cada vez que se pone a fantasear, pero no le sale. Algo bloquea ese recuerdo de lo ilusorio y cuando eso sucede lo mejor es aterrizar. Cuando lo ideal no tiene cabida ni siquiera en el simulacro, quizás es mejor echar la llave...

...y seguir buscando.

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