jueves, 22 de octubre de 2009

Enigmas

CUENTO CON PÁJAROS
(A. Mohorade)

Un pájaro al morir
recuerda
que tuvo alas para abarcar el cielo
que tuvo canto para nombrar el vuelo
y un nido pobre con hojas y estrellas

Y recuerda que alguna vez fue libre mientras ahora
tiene dos pies que lo atarán a la tierra:

Un hombre nace
y sueña con volar
hasta que un día lo advierte:
No es más que un pájaro muerto.

Con este poema empieza la obra Enigmas, interpretada ayer en el Aula de Música de la Universidad de Alcalá por el Sonor Ensemble, dirigido por Luis Aguirre. Con este texto entramos en las cuestiones que predominan en ella: habla de la vida, la muerte, los sueños, el destino y, tal vez, sobre eso que nos rige de algún modo desde algún lugar indefinido.
Un lujo disfrutar en su estreno de una obra tan fresca y sorprendente. El director y los músicos gozaban con su representación. No sólo estaban interpretando una partitura, sino que estaban representando una obra. Había mucho de teatral en este conjunto de versos mezclados con la música y las actitudes de cada uno de los músicos y cantantes.
El director recita, los músicos cantan, los cantantes actúan, y el público se pellizca para cerciorarse de que está allí y aquello está pasando de verdad. La partitura es magnífica, logrando dinamismo y distintos planos en el sonido. Cuenta con muchos momentos de música incidental que la conecta íntimamente con las composiciones para el cine. No en vano, el autor es Federico Jusid, muy reconocido ya en este área. Quizás su trabajo más popular sea la música para La señora, la serie de TVE, aunque acaba de entrar en la liga de los "compositores de clase A" gracias a la banda sonora de El secreto de sus ojos. Allí estaba Jusid, como un integrante más del ensemble, al teclado de un piano de cola que abandonó para abrazarse a todos los demás durante la ovación que les brindamos al final.
Sin duda, el fragmento más redondo de la obra fue el llamado Los Enigmas, como el poema homónimo de Borges, recitado también durante el cocierto. Imposible transmitir sus vibraciones desde aquí ni describirlas con palabras, por eso dejo aquí las escritas por el argentino.
LOS ENIGMAS
(J. L. Borges)
Yo que soy el que ahora está cantando
Seré mañana el misterioso, el muerto,
El morador de un mágico y desierto
Orbe sin antes ni después ni cuándo.
Así afirma la mística. Me creo
Indigno del Infierno o de la Gloria,
Pero nada predigo. Nuestra historia
Cambia como las formas de Proteo.
¿Qué errante laberinto, qué blancura
Ciega de resplandor será mi suerte,
Cuando me entregue el fin de esta aventura
La curiosa experiencia de la muerte?
Quiero beber su cristalino Olvido,
Ser para siempre; pero no haber sido.

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