viernes, 20 de abril de 2012

Escenas

En un andén, carcomidos por el sueño, unos cuantos hacen tiempo. Seis minutos para el último tren. La mitad de los alineados palpan, acarician, pasan las yemas de sus dedos de un lado al otro de diversas pantallitas, dislocadas las cervicales.

Una mujer de edad mediana lee entre bostezos como pompas de jabón las páginas de un manual de academia. ¿Capricho sin más, requisito imprescindible para el trabajo anhelado o reciclaje para una currante con fecha de caducidad? Formación para el empleo, reza la portada.

Una chica muestra un catálogo de moda a sus amigas. Venga, niñas, hablemos de negocios, dice con ecos que rebotan acá y allá. Ellas escudriñan el librillo, se detienen en alguna foto, la comentan. Qué mono este, ¿no?

Dos chavales trajeados portan sendas carpetas transparentes. Uno tiene la suya bajo el brazo, como una barra de pan. El otro, sentado, apoya los antebrazos en la otra, que descansa sobre sus muslos. No hay secretos: el curriculum vitae de ambos expone bajo una foto lo que buscan y, quizás también, lo que son.

Tres señores llegan vistiendo camiseta verde a favor de una educación pública para tod@s. Se sientan junto a una mujer que inspecciona la portada de un periódico gratuito: la disculpa pueril de un rey que se dedica a las cacerías de elefantes mientras en España el gobierno recorta todos los presupuestos menos el del susodicho y su familia. ¡La buena educación debería vestirse de verde a diario!

En las paredes, carteleras vacías a falta de campañas publicitarias. Algunas, muy pocas, aguardan la rotación de anuncios. El que promociona la última de Clooney, Los descendientes, parece disecado desde enero. Las máquinas expendedoras de bebidas y snacks rebosan de contenido y el ruido del cobre chocando contra el fondo de sus cajetines se hace de rogar.

Un tren reducido a la mínima expresión, mermado a esta hora tardía, se anuncia con su luz frontal. Podría llamarlo gusanito.

3 comentarios:

Gustavo D´Orazio dijo...

ERES UN BUEN Y GRAN OBSERVADOR...LAS ESCENAS DE LA VIDA Y LOS TRENES...SABES AMALGAMARLOS MUY BIEN. ABRAZO.

Gabriel dijo...

Asombroso!! lo tuve que releer varias veces! lo lei hace varios meses porque estaba esperando la comida,yo vivo en el centro y siempre tarda el delivery en Recoleta, pero gracias a eso es que pude leer esto jajaja..aquellas casualidades de la vida no?
un saludo!

Daniel Buitrago dijo...

Muchas gracias a los dos.
Gustavo, a ti no te digo nada a estas alturas...
Gabriel, agradezco tu atención. A mí no se me da bien aprovechar el tiempo en las esperas, así que me das una buena idea para las próximas. Un saludo y nos encontramos por aquí cuando te apetezca.