Cuatro puede presumir de haberlo hecho bien. Han conseguido popularizar este pulso de aliento. Un hálito que surge de dentro. Del ánimo de cada uno de nosotros.
¡Podemos! ¡Claro que sí! Queremos sentirnos capaces y darles alas para que ellos lo consigan. Si ellos pueden nosotros también. Y si ganan vencemos todos.
Yes, we can! Eran las palabras que el equipo que diseñó la campaña de primarias de Obama hizo que se pegasen a los labios de quienes le auparon hasta su victoria. Cada uno de ellos quería darle fuerzas y darse fuerzas. Todos buscamos nuestro propio refuerzo.
La misma fórmula funciona en cualquier ámbito. También en la política. Somos individuos dentro de un grupo al que damos fuerza y de él la extraemos.
Una breve arenga a la tropa. Necesaria en momentos clave. Como cuando los soldados están desmoralizados tras largos años de fracasos en la lucha.
Así somos. Y Cuatro ha conseguido que nos impliquemos y nos veamos coronados por los deseados laureles.
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