Mañana tendremos una hora más. Es oficial. Lo dicen el BOE y una directiva del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión. Casi nada.
En marzo nos la quitarán, ya se sabe, para compensar. Pero por el momento es nuestra y podemos hacer con ella lo que nos venga en gana. Habrá quienes la pierdan, como pierden el resto del tiempo. Otros la añadirán a su saldo de horas de sueño, para dormirla o velarla, como cada cual prefiera.
Lo mejor es aprovecharla de día y llenarla de lo que nos apetezca. Sólo en el momento que retrasemos el reloj seremos conscientes de que la hemos ganado. Qué gusto ir por la casa empujando agujas hacia atrás y pulsando botones para retroceder un dígito en una pantalla. Es la ilusión de manejar el tiempo con nuestros propios dedos. ¡Ser los amos del tiempo!
¿Qué cabe en una hora de ese tiempo? Un paseo bajo el sol, o bajo la lluvia. Un café en buena compañía. Unos capítulos de lectura. Unas líneas de escritura. Una visita de las que no cansan. Un disco lleno de sonidos hermosos. Un juego de estrategia. Un juego de estratégicos besos y caricias. Tres mil pasos de baile. Un puñado de setas bien buscadas. Un vuelo de bajo coste. Una sesión de cortos. Un par de platos de comida deliciosa. Y el postre. Unos cuantos largos en la piscina. Horas y horas de viaje recogidas en un álbum... y una hora para verlo.
Todo eso. Algo de eso. Lo que se pueda. ¡Lo que se quiera!
1 comentario:
Incluso para tener la sensación de poder dormir una hora más. A disfrutar esa hora. Y alguna más... Besicos. Ana
Publicar un comentario