El corazón se compartimenta.
Mi puño de vitalidad
tiene una sola puerta.
Cuartos, espacios para todo.
En un cajón guardo un tenedor.
Los recuerdos tiernos se mascan mejor.
La cazuela en la repisa
no sabe de pedazos.
Ni tampoco del fuego,
ahora frío.
Un grano de sal muerde
la cámara de las risas.
Cerrada algarabía con ventanas.
Habitación salada de mareas y de brisas.
Cuando niño,
latía mi centro
como una lata de tomate.
Armario ropero
cuya piel elástica
abre y cierra, abre y cierra,
se marcha y viene.
El que da la vida
también la debe.
Bomba de placeres y angustias.
La celda que encierra
los cuadernos del alma,
donde la condena se escribe
cada día, cada hora, cada instante.
Mi puño de vitalidad
tiene una sola puerta.
Cuartos, espacios para todo.
En un cajón guardo un tenedor.
Los recuerdos tiernos se mascan mejor.
La cazuela en la repisa
no sabe de pedazos.
Ni tampoco del fuego,
ahora frío.
Un grano de sal muerde
la cámara de las risas.
Cerrada algarabía con ventanas.
Habitación salada de mareas y de brisas.
Cuando niño,
latía mi centro
como una lata de tomate.
Armario ropero
cuya piel elástica
abre y cierra, abre y cierra,
se marcha y viene.
El que da la vida
también la debe.
Bomba de placeres y angustias.
La celda que encierra
los cuadernos del alma,
donde la condena se escribe
cada día, cada hora, cada instante.
5 comentarios:
Cuatro espacios de corazón.
Olé por el tuyo¡ Escribes muy bonito que lo sepas.
Besos.
Cristina B.
Volver a leerte, un placer. Un desafío para los sentidos y el intelecto. Abrazo.
Alguno de esos cuartos tiene un espacio cálido para vosotros.
Un abrazo para los dos!
Gracias por la parte que me toca.
Besos. Cristina B.
Gracias por la parte que me toca.
Besos CristinaB.
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