He visto Bestias del sur salvaje y todavía estoy en el estado entre maravillado y emocionado al que esta película te conduce.
Con la única luz cambiante de la pantalla es complicadísimo tomar notas en una sala de cine, pero de vez en cuando lo hago. Ayer no me olvidé de mi libreta y decidí que iba a utilizarla. Mi primera anotación, muy al principio del metraje, fue: "lirismo apabullante".
Cuando una película comienza así es difícil mantener el tono sin desgastarlo o abandonarlo. Esta suerte de cuento sobre las gentes que habitan 'La bañera', un lugar del sur de Luisiana condenado a desaparecer, te lleva hasta el fango y la miseria, pero también te eleva hacia el fenomenal cielo de ese "universo que depende de que todo encaje'".
Ésas son palabras de la pequeña Hushpuppy, dentro del monólogo interior con el que narra desde la más profunda y orgullosa dignidad y da voz a los anhelos de quienes luchan por dotar de sentido a su vida desde su nada favorecido lugar en el mundo. Esta niña, Quvenzhané Wallis, es todo un hallazgo. Ojalá llegue a una madurez actoral apreciable y nos regale grandes interpretaciones.
Sobre el resto de los detalles de esta película se podría escribir largo y tendido y, con seguridad, en clave poética. No deja de ser una extensa poesía visual y sonora. Bestias del sur salvaje se disfruta desde la sensibilidad más abierta y generosa.
Con la única luz cambiante de la pantalla es complicadísimo tomar notas en una sala de cine, pero de vez en cuando lo hago. Ayer no me olvidé de mi libreta y decidí que iba a utilizarla. Mi primera anotación, muy al principio del metraje, fue: "lirismo apabullante".
Cuando una película comienza así es difícil mantener el tono sin desgastarlo o abandonarlo. Esta suerte de cuento sobre las gentes que habitan 'La bañera', un lugar del sur de Luisiana condenado a desaparecer, te lleva hasta el fango y la miseria, pero también te eleva hacia el fenomenal cielo de ese "universo que depende de que todo encaje'".
Ésas son palabras de la pequeña Hushpuppy, dentro del monólogo interior con el que narra desde la más profunda y orgullosa dignidad y da voz a los anhelos de quienes luchan por dotar de sentido a su vida desde su nada favorecido lugar en el mundo. Esta niña, Quvenzhané Wallis, es todo un hallazgo. Ojalá llegue a una madurez actoral apreciable y nos regale grandes interpretaciones.
Sobre el resto de los detalles de esta película se podría escribir largo y tendido y, con seguridad, en clave poética. No deja de ser una extensa poesía visual y sonora. Bestias del sur salvaje se disfruta desde la sensibilidad más abierta y generosa.
1 comentario:
vi el viernes pasado este filme...me gustó, daniel, y aprecio tu comentario...abrazo...
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