Una vez quise ir en barco para sentir el vaivén del oleaje,
pero aquel crucero parecía marchar sobre viejos raíles.
Otro día me subí a un avión,
pues volar debía de ser como despojarse del peso
y quedar en vilo.
Comprobé que al pájaro le sobraba metal.
Hoy vuelvo a poner distancia entre mis días y mi vida,
hacia un lugar cálido y luminoso.
El vagón apenas se mueve,
aunque para mí se mece y planea.
Por fin siento que estas vías son de agua.
También de aire.
pero aquel crucero parecía marchar sobre viejos raíles.
Otro día me subí a un avión,
pues volar debía de ser como despojarse del peso
y quedar en vilo.
Comprobé que al pájaro le sobraba metal.
Hoy vuelvo a poner distancia entre mis días y mi vida,
hacia un lugar cálido y luminoso.
El vagón apenas se mueve,
aunque para mí se mece y planea.
Por fin siento que estas vías son de agua.
También de aire.
2 comentarios:
"...entre mis días y mi vida". Me impresiona esa diferencia (tan bien expresada), con la que concuerdo. Pienso en la rutina, las obligaciones de los días, por un lado; y la VIDA PERSONALISIMA, DESEADA Y MUCHAS VECES RELEGADA (GUSTOS, PROYECTOS,ETC.), por otro. El cerro de pelis, genial. Iremos escalándolo de a poco. Sí, Daniel, la fotografía de LA CARRETERA es para destacar. Saludo, entre libros y pelis. Ve "CARANCHO", con Ricardo Darín, cuando se estrene. Potente, realista y... una historia de amor, subsumida en la diatriba del violento presente. Gustavo.
Tengo muchas ganas de verla. Espero que no tarden mucho en estrenarla por aquí. Darín me gusta mucho y creo que está en su mejor momento.
Muchas gracias, Gustavo.
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