Hay personas que no merecen gozar de la gran suerte que es poder viajar. Ni siquiera creo que gozar sea lo que los susodichos hacen cuando viajan.
El viaje es esa gran oportunidad que a veces tenemos de desdoblar nuestras vidas, hacerlas ocurrir en escenarios nuevos, con gentes diferentes de las habituales, de conocer y conocernos, explorar, aprender y crecer.
Pero hay gente que sólo concibe el viaje como un programa que hay que cumplir, pasando por los lugares previstos a la hora prevista, haciendo las fotos previstas, comiendo sólo lo supuesto, intercambiando con otros las palabras justas, aguantando rígidos, correosos, impermeables.
Esos sujetos se niegan a tratar de comprender que el mundo es diverso y comparan constantemente lo que ven con lo que tienen en casa, hacen listas de preferencia donde nunca la novedad queda bien parada respecto de lo ya usado, escupen sin tacto sus estúpidas observaciones y convierten cualquier momento mágico en una majadería.
¡Líbranos, oh señor agente de viajes, de compañías tan estúpidas y no nos dejes caer en la imbecilidad! Y ahora..., ¿debo decir amén?
El viaje es esa gran oportunidad que a veces tenemos de desdoblar nuestras vidas, hacerlas ocurrir en escenarios nuevos, con gentes diferentes de las habituales, de conocer y conocernos, explorar, aprender y crecer.
Pero hay gente que sólo concibe el viaje como un programa que hay que cumplir, pasando por los lugares previstos a la hora prevista, haciendo las fotos previstas, comiendo sólo lo supuesto, intercambiando con otros las palabras justas, aguantando rígidos, correosos, impermeables.
Esos sujetos se niegan a tratar de comprender que el mundo es diverso y comparan constantemente lo que ven con lo que tienen en casa, hacen listas de preferencia donde nunca la novedad queda bien parada respecto de lo ya usado, escupen sin tacto sus estúpidas observaciones y convierten cualquier momento mágico en una majadería.
¡Líbranos, oh señor agente de viajes, de compañías tan estúpidas y no nos dejes caer en la imbecilidad! Y ahora..., ¿debo decir amén?