miércoles, 2 de enero de 2013

Impresiones de fin de año

Increíble pero cierto. El mismo día 31 de diciembre ya no quedan apenas dulces navideños en los supermercados. Este año no he hecho mazapán yo mismo, así que esperaba poder comprarlo para Nochevieja. Error garrafal: algunos parecen decididos a retirarlo todo antes, o a no reponer existencias, no vayan a tener que venderlo más barato pasado Año Nuevo.

Los Miserables, la película estrenada en Navidad, es un magnífico experimento. Puede que Sweeney Todd sea lo más parecido que he visto en un cine, aunque esta me gusta más. Los actores están estupendos, aunque entre todos Anne Hathaway sobresale. Su Fantine es inolvidable y su emocionante I dreamed a dream nos hará recordarla siempre, siempre, siempre. El director logra con mérito conectar todos los momentos de dramatismo, algo muy difícil en una adaptación como esta. Le ayudan una partitura grandiosa y las voces de sus intérpretes cantando en directo durante el rodaje. Una verdadera joya.


La cafetería del Museo del Romanticismo de Madrid, tan exquisita como nos la pintan, decepciona. Salvia y yo teníamos muchas ganas de pasar allí un rato con una buena taza de café, así que, obviando la visita de la casa, pasamos directamente al local. Tras repasar su carta del Café del Jardín, elegimos un indio, concretamente el Varanasi, porque nos encanta esa ciudad y porque, sin más, necesitamos algo fuerte. Al cabo de un rato lo vemos llegar a nuestra mesa... ¡servido en vasos de caña! ¡Sí, de los de vidrio de 20 cl.! Si a ese chasco le añadimos sillas incómodas y desencoladas con tapizados sucios... en fin, no le haremos feos a su jardincito, que sí es una chulada.

Mucho me temo que mientras el Partido Popular domine Televisión Española nos tendremos que olvidar de la cultura y del buen entretenimiento. El programa de fin de año de Josema Yuste fue una paletada lamentable, pseudo-crítica y tristemente complaciente con el Gobierno y su infame atentado contra nuestros derechos y libertades. Si el único mérito de un programa de televisión está en el maquillaje, poco más hay que decir sobre él, salvo una sola cosa más: ¡cómo echo de menos al gran José Mota!

La tarde del 31 hizo frío en Madrid. Mucho frío. Podía haberlo evitado si en vez de acudir a ver la San Silvestre la hubiera corrido, aun creyendo con firmeza que correr no es lo mío. De todas maneras, la experiencia por Vallecas fue estupenda, barrio cálido a pesar del leve principio de congelación en mi nariz.

1 comentario:

Gustavo D´Orazio dijo...

LA VERE EN CUANTO PUEDA...AQUI, EL CALOR AGOBIA...NO HAY NARICES CONGELADAS...TE ESCRIBO EN VISPERAS DE REYES...CASI CON UN PIE EN EL AVION...QUE ESA ILUSION DE LOS MAGOS NO CONOZCA VENCIMIENTO...SALUDOS...