Cuando el frío arrecia los informativos abundan en lo mismo de siempre. Son los "directos del frío", recreándose una y otra vez en todo eso que ya sabemos porque nos lo han contado tantas veces... y, ¡qué leche!, porque lo experimentamos en nuestras carnes cuando salimos a la calle.
Ahora se lleva hablar de la sensación térmica. Queda muy bien en cámara y le da a la crónica un toque científico al que casi ningún redactor se resiste. Así que éste nos pide imaginar que, aunque el termómetro diga que los grados son tres, él/ella está sufriendo una cuasicongelación de gravedad extrema porque el viento cruel hace que la temperatura baje hasta el subsuelo.
Después nos dice que va a helar, que nevará incluso, que las máquinas quitanieves trabajarán a destajo y que los almacenes de los ayuntamientos ya están repletos de sal para esparcirla por las carreteras.
¿Y si nos quedásemos atrapados dentro de nuestro vehículo? Pues prevengamos pasarlo mal yendo bien abrigados, tengamos nuestro móvil a tope de carga, las cadenas, mejor saber ponerlas,... y todo eso. Ojalá pudiésemos llevar dentro del coche una máquina de café, té y sopitas calientes. Eso sería el colmo de la prevención.
Cuando muchas cosas no parecen ser noticia, o no interesa que lo sean, lo mejor es rellenar con estos contenidos tan socorridos. Cómo nos encanta ver a los redactores perfectamente enguantados, sosteniendo su micrófono escarchado, con bufandas hasta las orejas, gorros cegadores, narices con sabañones y ese vaho que mana de entre el castañetear de sus dientes.
Estoy deseando que llegue el verano y empiecen los "directos del calor".
Ahora se lleva hablar de la sensación térmica. Queda muy bien en cámara y le da a la crónica un toque científico al que casi ningún redactor se resiste. Así que éste nos pide imaginar que, aunque el termómetro diga que los grados son tres, él/ella está sufriendo una cuasicongelación de gravedad extrema porque el viento cruel hace que la temperatura baje hasta el subsuelo.
Después nos dice que va a helar, que nevará incluso, que las máquinas quitanieves trabajarán a destajo y que los almacenes de los ayuntamientos ya están repletos de sal para esparcirla por las carreteras.
¿Y si nos quedásemos atrapados dentro de nuestro vehículo? Pues prevengamos pasarlo mal yendo bien abrigados, tengamos nuestro móvil a tope de carga, las cadenas, mejor saber ponerlas,... y todo eso. Ojalá pudiésemos llevar dentro del coche una máquina de café, té y sopitas calientes. Eso sería el colmo de la prevención.
Cuando muchas cosas no parecen ser noticia, o no interesa que lo sean, lo mejor es rellenar con estos contenidos tan socorridos. Cómo nos encanta ver a los redactores perfectamente enguantados, sosteniendo su micrófono escarchado, con bufandas hasta las orejas, gorros cegadores, narices con sabañones y ese vaho que mana de entre el castañetear de sus dientes.
Estoy deseando que llegue el verano y empiecen los "directos del calor".